Permanent storm for a tropical constellation
Riboca1. The Riga International Biennial of Contemporary Art, Riga, Latvia The conundrum of imagination. Wiener Festwochen, Leopold Museum – Performeum, Wien ENES “Permanent storm for a tropical constellation” is an expedition by boat from Neu Nurnberg to El Congo, Venezuela. Immersed in the Lake of Maracaibo, passing through the bridge, the oil wells and the electric towers, to the village of El Congo. Settling there for some weeks to explore, discover, learn and collect knowledge, language, culture, traditions, architecture, gods, history, music, fairytales and myths around the Catatumbo Lightning.
I – The Catatumbo Lightning On May 2016 NASA’s Marshall Space Flight Center revealed that the Lake of Maracaibo is the Earth’s new lighting capital. The Lake of Maracaibo in Venezuela is the top spot receiving an average rate of about 233 flashes per square kilometer per year, according to the NASA study.
Researchers had previously identified Africa’s Congo Basin as the location of maximum lightning activity. Maybe by a colonial coincidence, or who knows, there is a village named “El Congo” in the south of the Lake of Maracaibo, situated next to the Catatumbo River, where this atmospheric phenomenon takes place; its name is “Relámpago del Catatumbo”
II – Flashes from the lighthouse Alexander von Humboldt described the lightning flashes in his book Travels to the Equinoctial Regions of America as “electrical explosions that are like a phosphorescent gleam”. Humboldt referred to Relámpago del Catatumbo as El Farol de Maracaibo, or The Lighthouse of Maracaibo, as navigators “were guided by its illumination as a lighthouse”. French chemist Jean-Baptiste Boussingault wrote in 1823: “We saw during the night those singular lights that we had observed in Mérida and San Juan; they are known with the name of The Lighthouse of Maracaibo. It seems that these flames, these phosphorescence lights are born in the Catatumbo River, near the Zulia River. A legend tells that those luminous appearances are due to the tormented soul of the Spanish conquistador Lope de Aguirre”. This phenomenon became so celebrated, that appears in the anthem lyrics, the flag and the coat of arms of the state of Zulia, where the Lake of Maracaibo is located.
III – Black gold Bay Oceangoing vessels have access to the lake by a dredged channel, crossed by the 8,7 kilometer long General Rafael Urdaneta Bridge. The lake, filled with oil wells, contains large reserves of crude oil. For decades, vessels from all over the world lined up day and night waiting to buy the petroleum and returning to their countries with the precious black gold. Few boats are seen by now.
IV – Natives of Little Venice The first indigenous settlements on the Lake of Maracaibo were the Arawak and Carib tribes, who built multiple rows of stilt houses or “palafitos” all over the shore of the lake. Today, the main groups are the Añu and Wayuu. The first European to discover the lake, was the Spanish conqueror Alonso de Ojeda on a voyage with the Italian explorer Amerigo Vespucci in 1499. Legend tells, that while entering the lake, they found multiple groups of houses built over stilts on water, interconnected with each other by boardwalks. The “palafitos” reminded Vespucci of the city of Venice, so he named the region Venezziola, meaning Little Venice. V – “Mara fell”, Neu-Nürnberg and searching for El Dorado The name Maracaibo possibly came from the brave Cacique Mara (Indian chief), a young native Indian who heroically resisted the Spaniards and died while fighting against them. It is said that when Cacique Mara fell, a soldier shouted “¡Mara cayó!” (Mara fell!). Other sources say that the first name of this land was Maara-iwo meaning, “place where serpents abound”. The city was founded several times: the first was during the Little Venice period (1528–1546) in which the Welser banking family of Augsburg -obsessed with the search of the legendary golden city El Dorado – obtained colonial rights in the Province of Venezuela in return for debts owed by Charles I of Spain. The quest to find El Dorado was led by the German conqueror Ambrosius Ehinger. In 1529, he made his first expedition to the Lake of Maracaibo, which was bitterly opposed by the Indian Coquivacoa, who died during the fight. After an ethnic massacre, Ehinger founded the settlement as Neu-Nürnberg. The city was renamed Maracaibo after the Spanish regained possession. In 1810, the province of Maracaibo did not join the First Republic of Venezuela and remained loyal to the Spanish crown, but in 1823, during the Naval Battle of the Lake of Maracaibo, a group of patriots led by Rafael Urdaneta took control back over the province, concluding Venezuela’s long struggle for independence. “Permanent storm for a tropical constellation” es una expedición en bote desde Neu Nurnberg a El Congo, Venezuela. Inmerso en el Lago de Maracaibo, pasando por el puente, los pozos petroleros y torres eléctricas, hasta llegar al pueblo del Congo. Instalándose por varias semanas para explorar, descubrir, aprender y recolectar el conocimiento, lenguaje, cultura, tradiciones, arquitectura, dioses, historia, música, cuentos de hadas y mitos en torno al Relámpago del Catatumbo.
I – El Relámpago del Catatumbo En Mayo de 2016, el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, reveló que el Lago de Maracaibo es la capital del relámpago en el planeta Tierra. El Lago de Maracaibo, situado en Venezuela, es el lugar más constantemente afectado por un relámpago, recibiendo en promedio aproximadamente 233 destellos por kilómetro cuadrado cada año, de acuerdo con el estudio de la NASA. Previamente, los investigadores habían identificado que el Congo Basin africano era el lugar de mayor actividad de relámpagos a nivel mundial. Quizá por alguna coincidencia colonial, o quién sabe por qué, al sur del Lago de Maracaibo se encuentra “El Congo”, una pequeña aldea situada junto al río Catatumbo, donde se desarrolla este curioso fenómeno atmosférico. Se llama “Relámpago del Catatumbo” y ocurre en la boca del río donde confluye con el Lago de Maracaibo. Se origina de una masa de Cumulonimbus –nubes de tormenta– a una altura de más de 1 km, entre 140 y 260 noches al año, 10 horas diarias y hasta 280 veces por hora. II – Destellos desde el Farol Alexander von Humboldt describió el relámpago en su libro Viajes a las regiones equinocciales del nuevo continente como “explosiones eléctricas que simulan un resplandor fosforescente. Humboldt se refería al Relámpago del Catatumbo como El Farol de Maracaibo, mientras los navegantes iban guiados por su iluminación cual si fuera un faro en la costa. En 1841, el geógrafo italiano Agustín Codazzi describió: “El fenómeno luminoso conocido como El Farol de Maracaibo es una luz que puede ser vista cada noche desde la costa del lago, así como también desde otras partes del territorio nacional –hasta 40 leguas de distancia– como un rayo continuo. Guía a los navegantes al ser un punto de referencia orientativo en sus rutas. El químico francés Jean-Baptiste Boussingault escribió en 1823: “Durante la noche vimos aquellas luces singulares que observamos también en Mérida y San Juan; son conocidas como El Farol de Maracaibo. Parece ser que estas llamas o luces fosforescentes nacen en el Río Catatumbo, cerca del Río Zulia. Cuenta la leyenda que aquellas apariencias luminosas se deben al alma atormentada del conquistador español Lope de Aguirre. Este fenómeno fue tan grandemente celebrado que aparece en la letra del himno, la bandera y el escudo de armas del estado Zulia, donde se encuentra el Lago de Maracaibo. III – Bahía del Oro Negro El Lago de Maracaibo es una gran bahía de agua salobre abierta al Mar Caribe en Venezuela. Es el lago más grande de América del Sur, con 13.210 kilómetros cuadrados y considerado por su récord geológico como uno de los más antiguos del planeta Tierra, con entre 20 y 36 millones de años de antigüedad. Embarcaciones que salen hacia el Océano tienen acceso al lago por un canal de navegación dragado, cruzado por una pasarela de 8,7 kilómetros de largo –el Puente General Rafael Urdaneta. El lago, lleno de pozos petroleros, contiene inmensas reservas de crudo petrolero. Por décadas, los navíos de todas partes del mundo se alineaban día y noche esperando comprar petróleo para volver a sus puertos de origen con el precioso oro negro. Hoy en día, pocos barcos se ven en la bahía. IV – Nativos de la Pequeña Venecia Los primeros asentamientos indígenas en el Lago de Maracaibo fueron establecidos por las tribus Arawak y Caribe, que construyeron en las costas del lago múltiples filas de casas con pilotes, que se conocen como “palafitos”. Hoy en día, los grupos mayoritarios que allí habitan son los Añu y los Wayuu. El primer europeo en descubrir el lago fue el conquistador español Alonso de Ojeda, en su viaje con el explorador italiano Amerigo Vespucci en 1499. Cuenta la leyenda que entrando al lago se encontraron con varios grupos de estas casas construidas con soportes sobre el agua, conectadas entre sí por paseos entablados. Los palafitos recordaron a Vespucci de la ciudad de Venecia, así que decidió llamar a la región “Venezziola” o Pequeña Venecia. Hoy en día, estos palafitos aún existen en el sur del lago, en los pueblos de El Congo y Lagunetas. V – “Mara cayó”, Neu-Nürnberg y La Búsqueda de El Dorado El nombre de Maracaibo posiblemente se origina del valiente Cacique Mara, un joven líder indígena que heroicamente resistió a los Españoles y murió en combate. Se dice que cuando cayó el Cacique Mara, un soldado gritó a viva voz: “¡Mara Cayó!”. Otras fuentes indican que el primer nombre indígena de esta tierra fue Maara-iwo, que significa “lugar donde abundan las serpientes”. La ciudad fue fundada en varias ocasiones: la primera fue durante el periodo de la Pequeña Venecia (1528–1546), cuando la familia banquera Welser de Augsburgo, obsesionada con la búsqueda de la legendaria ciudad de El Dorado, obtuvo derechos coloniales sobre la Provincia de Venezuela a cambio de deudas con Carlos I de España. La incesante búsqueda de El Dorado fue liderada por el conquistador alemán Ambrosius Ehinger. En 1529, hizo su primera expedición al Lago de Maracaibo, que fue defendido por el resentido indio Coquivacoa, quien murió en la batalla. Tras la masacre étnica, Ehinger fundó el asentamiento como Neu-Nürnberg. La ciudad fue renombrada Maracaibo cuando los españoles retomaron su control sobre el territorio. En 1810, la provincia de Maracaibo no se unió a la Primera República de Venezuela, permaneciendo leal a la Coroña Española; pero en 1823, durante la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, un grupo de patriotas liderado por Rafael Urdaneta se adueño de la provincia, concluyendo la larga lucha de Venezuela por la independencia.
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