Juego con los fragmentos de un discurso sobre la memoria, los sueños, la actualidad y me pierdo placenteramente entre las imágenes del fotógrafo viajante. Veo, escucho y corporalizo, sintiendo más cercanas las diapositivas sobre desechos, memoria y sombras de lugares de agua como Zapara, Adícora y La Habana. Marco Montiel Soto quiere enriquecer la memoria del espectador haciéndose acompañar al mismo ritmo e hilo que entrelazan sonidos del mar, de olas, de gentes, de la calle, del silencio experimental, de la radio, los cassettes, los rieles ochenteros. Esos sonidos, productos de la Memoria y de la Recuperación, tal cual como lo hacía Pablo Neruda en exilio para alimentar sus metáforas, inducen la sensibilidad a una mejor lectura.
Marco Montiel Soto trabaja la memoria fragmentada, esa que no solo pretende recuperar para él sino que pretende que cada uno de nosotros la recuperemos según nuestras propias realidades. En su intento, el artista va más allá pactando con los espectadores para que no sea la mirada del otro ni la suya propia. “Diaposeción” es un trompo que gira como un péndulo y se arropa entre los sonidos del caminar, para incitarnos a convertirlas, en nuestra propia mirada.
Jimmy Yánez, 2008